¿Puedes pedirle a alguien que elija por ti?

 

En mi forma de comprender el tema Cada individuo es distinto en su forma de ver la vida, de comprender los acontecimientos, ha tenido vivencias de vida distinto, dispone de una secuencia de recursos y de restricciones o problemas para poner en práctica sus recursos. Como el individuo del relato, la terapia aporta algo nuevo al cliente y, con aquel material, la solución correcta para el individuo se va abriendo paso. Facilitamos que cada individuo llegue a sus propias conclusiones y encuentre sus resoluciones. 


 Nuestras propias vivencias de vida nos han enseñado qué tenemos la posibilidad de hacer y qué no. Los sentimientos son una forma de expresión de cómo nos perjudica el ámbito, sin embargo no constantemente fueron toleradas o bien recibidas y aprendemos a ocultarlas. Con la era llegamos a no sentirlas, a no ser conscientes de ellas sin embargo, aun cuando no seamos conscientes, no desaparecen y la manera en la que lo resolvemos frecuenta hacernos males. 


 Una niñez sobreprotegida da sitio a personas que no saben tomar elecciones por sí mismas, ni saben qué es mejor para ellas, ya que, como jamás tuvieron que realizarlo ya que continuamente han decidido por ellos/as, han perdido sus propias referencias. Además intentarán, a lo largo de la terapia, que él/la terapeuta tome elecciones por ellos/as. El/la terapeuta puede sentirse cómodo/a en dicha postura, sin embargo su responsabilidad en el proceso debería hacerle ver que aquello no fomenta la soberanía de una persona y, muy lento, ir haciendo más fácil que tome las riendas de su historia. Una cosa es dejarse aconsejar pasando el consejo por un filtro personal y otra dejar que los otros tomen elecciones por uno. 


 Sólo algunas de las elecciones que tomamos nos llevan al objetivo deseado sin embargo, sea como sea, son vivencias que tenemos la posibilidad de usar en el futuro. Una vez que no logramos el resultado esperado, quizá la votación no fue la idónea o quizá fue el instante inadecuado. Una vez que una persona comienza a tomar elecciones, se incrementa la confianza en su capacidad y en su propio criterio, su realidad se convierte en algo al alcance y no algo que le sobrepasa y, como resultado, se incrementa la autoestima. 

Cómo conclusión

 En todo intento de cambio hay 2 impulsos que, tienen la posibilidad de parecer contradictorios. Existe un quiero de cambio y a la vez temor de cómo van a ser las cosas luego. La frustración frente a la vida, las situaciones o las interrelaciones nos impulsa a movilizarnos para el cambio y, una vez que este fomento es profundo, tropezamos con el temor, nos paramos y otra vez nos sentimos frustrados.



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